Wednesday, September 18, 2013

CLONACION HUMANA COMO FIN TERAPEUTICO

1. ANTECEDENTES
La utilización de la terapia celular, basada en la transferencia de células o
tejidos a los tejidos u órganos dañados, es una de las grandes esperanzas de la
Medicina Regenerativa del futuro (1). En este contexto, no cabe duda que el uso de
las células troncales puede resultar fundamental. Por célula troncal se entiende
cualquier célula que tiene la doble capacidad de reproducirse de forma ilimitada y,
si recibe las órdenes adecuadas, dar lugar en un cierto momento a diferentes tipos
de células especializadas. De acuerdo con esta segunda capacidad, las células
troncales pueden ser totipotentes, pluripotentes y multipotentes en razón a su
mayor o menor versatilidad o potencialidad. Entre los diversos tipos se encuentran
las células troncales embrionarias (células ES, por embryo stem) que son
pluripotentes, las células troncales adultas (células AS, por adult stem) que son
multipotentes y las células troncales pluripotentes inducidas (células iPS, por
induced pluripotent stem) que, siendo pluripotentes, derivan de células somáticas
que adquieren la pluripotencia sin pasar por fase embrionaria. Estas últimas
fueron obtenidas por primera vez por Shinya Yamanaka en 2006 en ratón y en
2007 en humanos, lo cual le valió el Premio Nobel en Fisiología o Medicina en 2012
(2).
La aplicación clínica de las células troncales pueden ser por:
1. Transferencia celular heteróloga:
a. Células troncales embrionarias (células ES) de embriones obtenidos
por fecundación in vitro (FIV) ya sean sobrantes de técnicas de
reproducción asistida o producidos ex profeso.
b. Células troncales adultas (células AS) de donante (trasplante,
diagnóstico genético preimplantacional histocompatible: selección
de embriones con fines terapéuticos).
2. Transferencia celular autóloga:
a. Células AS del paciente.
b. Células iPS del paciente
c. Clonación terapéutica (embrión somático).



2. CÉLULAS TRONCALES EMBRIONARIAS CLÓNICAS OBTENIDAS POR
TRANSFERENCIA NUCLEAR EN PRIMATES NO HUMANOS
En 2007, Mitalipov y colaboradores (3), del Oregon National Primate
Research Center, publicaron la obtención dos líneas celulares troncales
embrionarias de un primate no humano (un macho adulto de 9 años de macaco
rhesus, Macaca mulata) mediante la técnica de transferencia nuclear de células
somáticas. En principio lograron la formación de 35 blastocistos clónicos a partir
de 213 transferencias nucleares (un 16% de éxito), obteniendo finalmente dos J. R. Lacadena
236
líneas celulares troncales embrionarias a partir de 304 ovocitos procedentes de 14
hembras. Las investigaciones posteriores del grupo de Mitalipov en el macaco han
servido para intentar poner a punto las técnicas aplicables en la especie humana,
tal como veremos a continuación.
3. EL ESTADO DE LA CUESTIÓN EN LA CLONACIÓN HUMANA POR
TRANSFERENCIA NUCLEAR
La clonación humana mediante la técnica de transferencia del núcleo de una
célula somática al citoplasma de un ovocito previamente desprovisto de sus
cromosomas (citoplasto) puede hacerse con fines reproductivos −es decir,
intentando el nacimiento de un niño o niña clónicos (clonación reproductiva)− o
con fines no reproductivos de investigación o fines terapéuticos (clonación
terapéutica).
La técnica de transferencia nuclear (NT, por nuclear transfer) permite
obtener embriones humanos clónicos (embriones SCNT, por somatic cell nuclear
transfer) que se desarrollan hasta el estadio de blastocisto y de cuya masa celular
interna (MCI) se pueden aislar células troncales embrionarias pluripotentes
(células NT-ESC, por nuclear transfer-embryo stem cell).
Aunque se habla mucho de la clonación humana y la sociedad lo percibe
como si fuera ya una realidad, lo cierto es que hasta la fecha han sido muy escasos
los logros científicos, tal como se indica a continuación:
• Cibelli y Lanza (2001)(4): 19 ovocitos, 3 embriones (evolucionaron hasta el
estadio de 6 células).
• Stojkovic y col. (2005) (5): 36 ovocitos, 1 blastocisto SCNT procedente de
una célula donadora indiferenciada.
• Zavos e Illmensee (2006) (6): 3 ovocitos, 1 embrión somático de 4 células
transferido al útero. No implantación. Intento de clonación reproductiva.
• French y col. (2008) (7): 29 ovocitos de 3 mujeres, núcleos de fibroblastos
de 2 donantes varones adultos, 21 embriones SCNT, 5 blastocistos SCNT (40
-72 células).
• Egli y col. (2011) (8): los embriones SCNT no progresan más allá de ocho
células.
• Noggle y col. (2011) (9): los embriones SCNT no pasan de ocho células
• Fan y col. (2011) (10): alcanzan la fase de blastocistos SCNT, pero no se
obtienen células troncales.
Como puede verse, la única investigación realmente exitosa en el contexto
de una posible obtención de líneas celulares troncales de origen clónico en un
futuro más o menos próximo es la de French y colaboradores del año 2008 puesto
que en el trabajo del grupo de Cibelli y Lanza los tres embriones clónicos obtenidos ¿Un paso adelante hacia la clonación humana con fines terapéuticos?
237
no pasaron del estadio de seis células, el blastocisto único de Stojkovic y
colaboradores procedía de una célula indiferenciada (técnicamente, por tanto, se
trataría de una paraclonación). Lógicamente, no se incluyen en esta relación los
trabajos del grupo surcoreano de Hwang que resultaron ser fraudulentos.
El éxito logrado por Mitalipov y colaboradores en 2007 en un primate no
humano como el macaco rhesus hizo albergar esperanzas sobre la posibilidad de
tener éxito también en la especie humana. Y así fue, en efecto, porque el siguiente
paso en una acelerada carrera científica se dio poco después, el 17 de enero de
2008, cuando el grupo liderado por el Dr. Andrew J. French (7), de la empresa
privada norteamericana Stemagen Corporation, La Jolla, California, hizo público en
la versión online de la revista Stem Cells que habían obtenido mediante la técnica
de transferencia nuclear 5 blastocistos humanos clónicos que llegaron a alcanzar
una fase de desarrollo de entre 40 y 72 células. Ellos utilizaron 29 ovocitos
procedentes de 3 mujeres jóvenes (20-24 años) a los que se transfirieron los
núcleos de fibroblastos de dos donantes varones adultos, obteniendo 21
embriones SCNT de los que 5 alcanzaron la fase de blastocisto. De los 5 posibles
blastocistos SCNT, sólo en uno de ellos se demostró su verdadera condición clónica
por análisis tanto del ADN nuclear como del ADN mitocondrial (ADNmt) mientras
que en otros dos solamente se confirmó el ADN nuclear. En ningún caso se
pudieron obtener las líneas celulares troncales porque los blastocistos fueron
destruidos para poder realizar los análisis del ADN.
Por todo ello, ha impactado en la comunidad científica y en la sociedad la
noticia de que el 15 de mayo de 2013, la revista Cell publicó online el trabajo de
Mitalipov y colaboradores (11) en el que demostraban que, por primera vez en la
historia científica, se había obtenido mediante la técnica de transferencia nuclear
(NT) embriones humanos clónicos (SCNT) que se desarrollaban hasta el estadio de
blastocisto y de los que se aislaron células troncales embrionarias pluripotentes
(NT-ESC). Esta investigación supone un paso adelante hacia la clonación humana
con fines terapéuticos.
La investigación de Mitalipov y colaboradores, aunque enormemente
sofisticada y compleja, se puede resumir así:
1. Optimización de la metodología utilizada en el macaco rhesus:
a. La sensibilidad del ovocito humano en metafase II(ovocito MII) a la
activación prematura inducida por la eliminación y reintroducción
del huso meiótico (12) y la utilización de la electrofusión (13) les
llevó a introducir ciertos cambios técnicos como fue la utilización de
la envoltura del virus hemaglutinante del Japón (HVJ-E) previamente
inactivado para fusionar las células somáticas donadoras con los
ovocitos MII mientras se mantienen los ovocitos enucleados
(citoplastos) en meiosis. Aunque la tasa de fusión era del 100%, sin J. R. Lacadena
238
embargo los embriones SCNT generados por la fusión HVJ-E no
sobrepasaban la fase de mórula a pesar de habérsele aplicado la
técnica estándar de activación con ionomicina/DMAP (activación
I/DMAP).
b. Para mejorar la técnica se expusieron a un electropulso
(electroporación) embriones SCNT fusionados con HVJ-E antes de la
activación I/DMAP, obteniéndose un 10% de embriones SCNT que
alcanzaban la fase de blastocisto.
c. Utilización de inhibidores de la histona desacetilasa, como la
tricostatina A (TSA), a bajas concentraciones (10 nM) y corto tiempo
de exposición (12 h).
2. Optimización de la metodología para producir embriones humanos
SCNT y líneas NT-ESC:
a. Utilizan 63 ovocitos humanos obtenidos por estimulación ovárica y
aspiración folicular transvaginal.
b. Obtención de fibroblastos dermales de fetos femeninos
sincronizados en fase G0/G1 como donadores de núcleos.
c. Eliminación del huso del ovocito MII y fusión con la célula somática
donadora con la técnica HVJ-E dentro de los 60 minutos desde la
obtención del ovocito.
d. El 95% (60 de 63) de los ovocitos sobreviven a la eliminación del
huso MII.
e. La introducción de los núcleos procedentes de los fibroblastos
donadores fusionados con la técnica HVJ-E se realizó al 100%.
f. Los ovocitos fueron activados con electroporación/DMAP (4 h) y
expuestos a TSA (10nM durante 12 horas).
g. De 63 ovocitos iniciales, sobrevivieron 60 (95,2 %) de los que 52
(86,7 %) comienzan a dividirse, llegando 32 (61,5 %) de ellos a la
fase de 8 células, 7 (13,5 %) hasta la fase de mórula y 6 (11,5 %)
hasta blastocisto SCNT, de los que solamente uno sobrevivió a la fase
de cultivo sobre capa nutritiva pero que no dio lugar a ninguna línea
celular NT-ESC.
3. Modificación definitiva de la técnica:
a. Dado que la eliminación del huso en ovocitos MII produce una
activación prematura, se asume que factores específicos de la
meiosis se retienen durante la eliminación del huso pero decaen en
su actividad debido a la activación espontánea. Por tanto, se decide
utilizar tratamientos no invasivos para mantener la parada meiótica
durante la manipulación, decidiéndose por la cafeína (inhibidora de
proteinfosfatasa) que, en 2007, Mitalipov y colaboradores habían
demostrado ser eficaz en ovocitos de macaco al impedir la activación ¿Un paso adelante hacia la clonación humana con fines terapéuticos?
239
prematura del citoplasto, mejorando el desarrollo de embriones
SCNT. Así, los ovocitos humanos se mantuvieron en presencia de
cafeína 1,25 nM durante la eliminación del huso del ovocito MII y la
fusión celular somática.
b. A partir de 8 ovocitos de una donadora (A) se obtuvieron 5
blastocistos SCNT de los que derivaron 4 líneas NT-ESC. Las células
donadoras fusionadas eran fibroblastos dermales de fetos femeninos
sincronizados en fase G0/G1.
c. Para comprobar la reproducibilidad de la técnica se utilizaron 15 y 5
ovocitos de otras dos mujeres donantes (B) y (C), respectivamente, y
como células somáticas a fusionar en ambos casos fibroblastos
epiteliales de un paciente con síndrome de Leigh (enfermedad
mitocondrial). Se obtuvieron 4 y 3 blastocistos de la procedencias
(B) y (C), respectivamente, y una línea NT-ESC en cada caso.
d. Con el fin de evaluar la posibilidad de utilizar en la terapia
regenerativa del futuro las células NT-ESC obtenidas con las técnicas
mencionadas, se comprobó la pluripotencia de tales líneas celulares
examinando la expresión de marcadores genéricos de células
troncales mediante técnicas inmunocitoquímicas y la expresión de
los factores de transcripción OCT-4, NANOG, SOC2, SSEA-4, TRA-1-
60 y TRA-1-81. Asimismo se demostró que eran capaces de originar
tumores con representación de las tres capas germinales
embrionarias, así como formar de manera espontánea en cultivos en
suspensión cardiomiocitos que tenían pulsos de contracción.
e. Finalmente, los autores recomiendan que los ovocitos que se utilicen
en experimentos para obtención de líneas NT-ESC deben ser de
buena calidad, por lo que recomiendan que no se deben utilizar las
técnicas convencionales de estimulación ovárica de los programas
de FIV, sino que deben establecerse técnicas específicas con dosis
adecuadas de gonadotropinas y regímenes de supresión de pituitaria.
Asimismo recomiendan hacer determinados estudios genéticos de
las posibles donantes de ovocitos.
4. ASPECTOS ÉTICOS Y LEGALES
Los intentos de abrir las puertas a la clonación terapéutica humana puede
que resulten innecesarios si llega a hacerse una realidad clínica la reprogramación
de células somáticas adultas utilizando las técnicas de Yamanaka de obtención de
las células iPS, evitando con ello la obtención y destrucción de embriones humanos.
No obstante, Mitalipov y colaboradores argumentan que, dado que los embriones
SCNT apenas si tienen presente en su citoplasma ADNmt procedente de la célula J. R. Lacadena
240
somática donadora, la utilización de los embriones SCNT puede ser ventajosa
frente a la de las células iPS para el caso de enfermedades mitocondriales.
En este contexto, cabe señalar que investigadores de renombre universal en
el campo de la clonación como el Dr. Ian Wilmut, de la Universidad de Edimburgo y
padre científico de la oveja Dolly, anunciaron que abandonaban la investigación en
clonación terapéutica humana para pasarse a la utilización de la técnica de
reprogramación celular mediante células iPS de Yamanaka. También José B. Cibelli,
uno de los pioneros de la clonación humana (14), se ha manifestado a favor de la
nueva técnica de reprogramación mientras que, por ejemplo en España, otros
científicos siguen aferrándose a la investigación con células troncales embrionarias.
Los defensores de continuar investigando con células troncales embrionarias
humanas defienden su posición, argumentando que si no hubiera sido por estas
investigaciones no se hubiera llegado a conocer el papel de los factores de
transcripción Oct3/4, Sox2, c-Myc, Klf4, Nanog y Lin28 en el proceso de
reprogramación celular de células somáticas adultas.
4.1. El embrión clónico o embrión somático ¿es un embrión humano?
La entidad biológica obtenida por transferencia al citoplasma de un ovocito
previamente enucleado del núcleo procedente de una célula somática puede
considerarse un embrión humano (embrión clónico o embrión somático), en cuanto
que podría ser viable, siendo por tanto equiparable a un embrión obtenido por
fecundación gamética como se ha demostrado a partir de la oveja Dolly (1997) y
cerca de una veintena más de especies de mamíferos: ratón (1998), vaca (1998,
2000), mono rhesus (1997), cabra (1999), cerdo (2000, 2001, 2003), gato (2002,
2007), conejo (2002), carnero bateng (2003), mulo (2003), caballo (2003), rata
(2003), ciervo (2003), hurón (2004), perro (2005, 2006, 2009), lobo (2007),
camello (2009), toro de lidia (2010), etc. sin contar los casos en los que el animal
clónico murió al poco tiempo de nacer. En todos los casos, el organismo biológico
obtenido tras la transferencia nuclear tiene un proceso de desarrollo similar al de
un embrión gamético puesto que origina un individuo propio de la especie
considerada. Por ello, cabe pensar que también en la especie humana sucedería lo
mismo. De momento sólo se tiene noticia de un intento científico fallido de
clonación humana con fines reproductivos llevado a cabo en 2006 por Zavos e
Illmensee (15). Ellos manipularon 3 ovocitos, obteniendo 1 embrión somático de 4
células que fue transferido al útero de una mujer, pero no se implantó. Los autores
anunciaron que, no obstante, seguirían intentándolo.
Desde el punto de vista ético y jurídico es importante recordar la Sentencia
del Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre las Patentes de Células
Troncales Embrionarias (16). En efecto, el 18 de octubre de 2011, oídas las
conclusiones del Abogado General, dictó sentencia el Tribunal de Justicia (Gran
Sala) en los siguientes términos:¿Un paso adelante hacia la clonación humana con fines terapéuticos?
241
El Tribunal de Justicia (Gran Sala), tras analizar en el marco jurídico los
Acuerdos que vinculan a la Unión Europea o a los Estados miembros así como la
Normativa de la Unión y el Derecho nacional [alemán], pasa a considerar el litigio
principal y las cuestiones prejudiciales y, finalmente a modo de conclusión,
declara:
1. El artículo 6, apartado 2, letra c), de la Directiva 98/44/CE del Parlamento
Europeo y del Consejo, de 6 de julio de 1988, relativa a la protección
jurídica de las invenciones biotecnológicas, debe interpretarse en el sentido
de que:
a. Constituye un “embrión humano” todo óvulo humano a partir del
estadio de la fecundación, todo óvulo humano no fecundado en el que
se haya implantado el núcleo de una célula humana madura (la
cursiva es mía) y todo óvulo humano no fecundado estimulado para
dividirse y desarrollarse mediante partenogénesis.
b. Corresponde al juez nacional determinar, a la luz de los avances de la
ciencia, si una célula madre obtenida a partir de un embrión humano
en el estadio de blastocisto constituye un “embrión humano” en el
sentido del artículo 6, apartado 2, letra c), de la Directiva 98/44.
2. La exclusión de la patentabilidad en relación con la utilización de embriones
humanos con fines industriales o comerciales(la cursiva es mía) contemplada
en el artículo 6, apartado 2, letra c), de la Directiva 98/44 también se refiere
a la utilización con fines de investigación científica, pudiendo únicamente
ser objeto de patente la utilización con fines terapéuticos o de diagnóstico
que se aplica al embrión y que le es útil.
3. El artículo 6, apartado 2, letra c), de la Directiva 98/44 excluye la
patentabilidad de una invención cuando la información técnica objeto de la
solicitud de patente requiera la destrucción previa de embriones humanos (la
cursiva es mía) o su utilización como materia prima, sea cual fuere el
estadio en el que éstos se utilicen y aunque la descripción técnica no
mencione la utilización de embriones humanos.
Estoy de acuerdo con el Informe del Abogado General del Tribunal de
Justicia de la Unión Europea en que se basa la sentencia mencionada al considerar
al embrión somático humano equivalente, en cuanto a su noción y, por tanto,
dignidad, al embrión obtenido por fecundación de un óvulo y un espermatozoide.
Esto contradice a aquellos autores que utilizan términos como “nuclóvulo”,
“ovonúcleo”, “clonate”, “ovocito activado”, etc. que evitan el sustantivo “embrión”
para obviar los problemas éticos. En España, la Ley 14/2007 sobre investigación
biomédica dice en el artículo 33.2 que “se permite la utilización de cualquier
técnica de obtención de células troncales humanas con fines terapéuticos o de
investigación, que no comporte la creación de un preembrión o de un embrión J. R. Lacadena
242
exclusivamente con este fin, en los términos definidos en esta ley, incluida la
activación de ovocitos mediante transferencia nuclear [la cursiva es mía]”, dando
por hecho que la “activación de ovocitos mediante transferencia nuclear” no
comporta la “creación de un preembrión o un embrión”. Es decir, para no utilizar la
denominación biológica correcta que tendría que incluir el sustantivo “embrión”
(embrión clónico o embrión somático) y, por tanto, iría en contra de la propia ley
que en el apartado 1 del mismo artículo 33 dice que “se prohíbe la constitución de
preembriones y embriones humanos exclusivamente con fines de experimentación.”
Me consta que el texto de la ley estuvo retenido mucho tiempo por el Gobierno del
PSOE antes de ser enviado a las Cortes para su tramitación por la incongruencia
jurídica que hubiera supuesto prohibir, por un lado, la constitución de embriones
con fines de experimentación y, por otro lado, autorizar la obtención de embriones
clónicos con fines terapéuticos en el mismo texto legal. La solución fue, y el
Congreso de los Diputados lo aprobó, utilizar la expresión “activación de ovocitos”
en lugar de “obtención de embriones clónicos”; es decir, el “ovocito activado”
sustituye al “embrión”, lo cual es inaceptable desde el punto de vista biológico.
Aquí se cumple aquello de que se cambian las palabras para justificar actitudes o
que para justificar actitudes se cambian las palabras.
Me parece importante señalar que al producirse la noticia del trabajo de
Mitalipov y colabores, los científicos (por ejemplo, el Dr. Carlos Simón del Centro
de Investigación Príncipe Felipe de Valencia, a la vanguardia de estas técnicas en
España) han utilizado sin ambages el término “embrión somático” en sus
declaraciones en los medios de comunicación. Incluso, una Ley de la Junta de
Andalucía, anterior a la Ley 14/2007 sobre investigación biomédica, utilizaba
también el término “embrión somático”. Abundando en este sentido, todas las
publicaciones científicas utilizan el sustantivo “embrión”: así, en inglés se utiliza el
acrónimo “SCNT embryo”, que puede traducirse por “embrión obtenido por
transferencia nuclear de célula somática”. En cualquier caso, siempre se le
considera como un embrión.
El Dr. Mitalipov ha declarado que sus investigaciones están encaminadas
únicamente a la posible utilización de las células troncales del embrión somático
(NT-ESC) con fines terapéuticos, nunca para obtener embriones clónicos humanos
con fines reproductivos. El problema está en que sus mejoras técnicas puedan ser
utilizadas por otros grupos de investigación cuyos planteamientos éticos no
cuestionen la obtención de seres humanos clónicos. Tal podría ser el caso de las
investigaciones de Zavos e Illmensee quienes ya en 2006 realizaron un
experimento de clonación reproductiva, puesto que pretendían obtener el
nacimiento de un ser humano clónico a partir de un embrión SCNT de 4 células que
fue transferido al útero de la mujer aunque no llegó a implantarse. El
procedimiento experimental fue autorizado por el Comité de Revisión Institucional ¿Un paso adelante hacia la clonación humana con fines terapéuticos?
243
de la compañía Reprogen Ltd. (Limassol, Chipre). Ambos investigadores, en contra
de la opinión casi unánime de la comunidad científica y de la sociedad, están
decididos, según sus manifestaciones, a llevar a término la clonación humana
reproductiva. Y a lo mejor, o a lo peor, puede haber otros científicos que quieran
intentar lo mismo utilizando la técnica de Mitalipov y colaboradores.
En Bioética se utiliza en ocasiones el principio del “plano resbaladizo”; es
decir, que la autorización o realización de un cierto tipo de técnicas éticamente
dudosas puede conducir de forma imparable hacia nuevas situaciones indeseables:
es como quien pone el pie en un plano inclinado resbaladizo y se desliza de forma
imparable hasta el final del mismo. También suele decirse que, cuando se abre una
puerta, ya no se puede volver a cerrar.
En un lugar anterior se indicaban las posibles aplicaciones clínicas de las
células troncales en la transferencia celular autóloga para evitar el rechazo
inmunológico: las células troncales adultas (células AS), las células troncales
pluripotentes inducidas (células iPS) y las células troncales procedentes del
embrión somático (SCNT) del propio paciente. Desde el punto de vista ético no hay
duda que las dos primeras técnicas serían aceptables para todos (la comunidad
científica y la sociedad) mientras que la tercera es éticamente rechazada por
muchos por el significado biológico del embrión somático (embrión SCNT)
obtenido por transferencia nuclear que es equiparable a un embrión gamético
obtenido por un proceso normal de fecundación, tal como se ha razonado
anteriormente. En ese “proceso imparable” de la ciencia podemos decir que no hay
nada imposible: todo es cuestión de decisión, de recursos económicos y de ética (o
de falta de ética). ¿Por qué no se toma la decisión de una vez por todas de buscar
las soluciones que no plantean problemas éticos? ¿por qué no se apuesta
decididamente por la utilización de las células troncales adultas (células AS), por la
reprogramación celular de células somáticas adultas (células troncales
pluripoptentes inducidas, células iPS) o por la reprogramación directa? Señalaba
anteriormente, al hacer referencia a la reprogramación celular y la obtención de
células troncales pluripotentes inducidas (células iPS) a partir de células somáticas
adultas, que muchos las vemos como la solución bioética para la terapia celular de
la Medicina Regenerativa
La comunidad científica y la sociedad mundial no han llegado a un acuerdo
sobre la valoración ética de la clonación humana. Tras varios años de discusiones,
la Organización de las Naciones Unidas aprobó en 2005 una Declaración no
vinculante sobre la clonación humana por la que “se urge a los Estados Miembros
para que adopten todas las medidas necesarias para prohibir cualquier forma de
clonación humana en tanto en cuanto (la cursiva es mía) fueran incompatibles con
la dignidad humana y la protección de la vida humana”. A mi juicio, esta J. R. Lacadena
244
declaración es equiparable a un “parto de los montes” porque ese “en tanto en
cuanto” que incluye el texto de la declaración equivale a echar agua en la leche.
En este contexto me parece oportuno recordar las reflexiones que he hecho
en otra ocasiones en relación con alguna postura crítica respecto al avance “ciego”
de la ciencia (algunos lo denominan “fundamentalismo científico”), siendo muy
paradigmático el caso de Jacques Testart, biólogo francés y padre científico de la
primera niña probeta nacida en Francia en 1982. Testart mostró su postura crítica
ante los derroteros por los que han derivado las técnicas de reproducción humana
asistida, manifestando su opinión contraria “a cualquier forma de diagnóstico
preimplantatorio, esté o no justificada” (17). Su “j’arrête” −“me detengo, me
planto”− causó un gran impacto en la bioética y en la comunidad científica.
En la investigación biomédica actual nos encontramos ante el imperativo
tecnológico de que “todo lo que se pueda hacer, se hará” o, más aún, “todo lo que se
pueda hacer, hay que hacerlo”, con los problemas bioéticos que estas actitudes
conllevan.
4. REFERENCIAS
1. Una amplia revisión del tema fue tratada por el autor en Lacadena, J.R. 2011. Genética y
Sociedad. Discurso leído en la Solemne Sesión Inaugural del Curso celebrada el 13 de
enero de 2011, Real Academia Nacional de Farmacia, Madrid, pp. 119-147. Parte del
contenido del presente trabajo está necesariamente basado en dicha publicación.
2. Lacadena, J.R. 2013. El Premio Nobel en Fisiología o Medicina 2012: Rebobinando la
película genética del desarrollo. An. R. Acad. Nac. Farm., vol.79 (nº 1):151-171
3. Byrne, J.A.; Pedersen, D.A.; Clepper, L.L.; Nelson, M.; Sanger, W.G.; Gokhale, S.; Wolf, D.P.;
Mitalipov, S.M. 2007. Producing primate embryonic stem cells by somatic cell nuclear
transfer. Nature, 450:497-502.
4. Cibelli, J.B.; Kiessling, A.A.; Cunniff, K.; Richards, C.; Lanza, R.P.; West, M.D. 2001. Somatic
cell nuclear transfer in humans: Pronuclear and early embryonic development. E-biomed:
The Journal of Regenerative Medicine, 2:25-31. Cibelli, J.B.; Lanza, R.P.; West, M.D.; Ezzell,
C. 2002. The first human cloned embryo. Scient. Ame.,. 286:42-49.
5. Stojkovic, M.; Stojkovic, P.; Leary, C.; Hall, V.J.; Armstrong, L.; Nesbitt, M.; Herbert, M.; Lako,
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transfer to donated oocytes. Reproductive BioMedicine Online, 11:226-23.
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cloning: one cloned human 4-cell embryo. Archives of Andrology, 52:243-254.
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Development of human cloned blastocysts following somatic cell transfer (SCNT) with
adult fibroblasts. Stem Cells on line DOI: 10.1634/stemcells.2007-0252.
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transfer into mouse but not human zygotes. Nat. Commun., 2:488.
9. Noggle, S.; Fung, H.L.; Gore, A.; et al. 2011. Human oocytes reprogram somatic cells to a
pluripotent state. Nature, 478:70-75.
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11. Tachibana, M.; Amato, P.; Sparman, M.; Marti Gutiérrez, M.; Tippner-Hedges, R.; Ma, H.;
Kang, E.; Fulati, A.; Lee, H-S.; Sritanaudomchai, H.; Masterson, K.; Larson, J.; Eaton, D.;
Sadler-Fredd, K.; Battaglia, D.; Lee, D.; Wu, D.; Jansen, J.; Patton, P.; Gokhale, S.; Stouffer,
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