Tuesday, December 28, 2010

MEDICINA PRENATAL

Un grupo de profesionales sanitarios franceses ha hecho un llamamiento contra la deriva eugenésica que supone la detección generalizada del síndrome de Down a través del diagnóstico prenatal.

Este grupo de ginecólogos, ecografistas, comadronas, enfermeras –157 en total, por el momento– ha creado un “Comité para salvaguardar la medicina prenatal”, según informa el diario La Croix (cfr. www.la-croix.com). Consideran necesario un debate a fondo con vistas a la revisión de la ley de bioética, planteada para el año próximo.

Algunos profesores conocidos, como Israel Nisand, Didier Sicard o Jean-François Mattei, habían denunciado en Francia el riesgo eugenésico derivado de la generalización, desde 1997, de la revisión prenatal de la posible trisomía 21, para detectar el síndrome de Down. Los resultados han sido que el 96% de las mujeres optan por interrumpir el embarazo cuando el bebé presenta esa anomalía genética. La cifra coincide con la que se daba en España en 2009: 95%

Se acentúa la utilización del diagnóstico prenatal para cribar y no para curar

Ahora, los miembros de este comité piden una reforma radical, porque la detección del posible handicap se está convirtiendo en una práctica eugenésica, en flagrante contradicción con el artículo 16-4 del Código Civil, que prohíbe "toda práctica eugenésica dirigida a la organización y la selección de las personas".

Dar una información más equilibrada a las familias

A su juicio, se ha llegado a una situación éticamente inadmisible, opresiva para las mujeres, coactiva para los profesionales, empobrecedora de la medicina prenatal y muy gravosa para el sistema público de sanidad. El tiempo de reflexión para las mujeres es muy reducido, se lamenta el doctor Patrick Leblanc, ginecólogo del hospital de Béziers, coordinador del comité recién fundado. Por su parte, los médicos se encuentran sometidos a una creciente presión social. Influye mucho también el temor a posibles demandas jurídicas en caso de nacimiento de un bebé con deficiencias genéticas.

Los médicos consideran indispensable recuperar la libertad de prescribir las pruebas de diagnóstico, en vez de proponerlas por sistema

En cuanto a la revisión de la ley sobre la bioética, que se discutirá a partir del 8 de febrero en la Asamblea Nacional, el comité exige un debate a fondo. Propone la obligación de facilitar una "información equilibrada" a las mujeres, así como contar con la participación de las familias y las asociaciones de afectados por la trisomía 21, que "podrán dar testimonio de (...) la dimensión positiva de su existencia".

De hecho, la experiencia muestra que las personas con síndrome de Down tienen, junto a sus limitaciones, indudables capacidades y no pocas virtudes, que suelen subrayarse en las campañas de las instituciones que se dedican a su formación y a promover su integración laboral. Además, los programas de atención y estimulación temprana mejoran considerablemente sus habilidades, y los avances médicos les proporcionan una vida más larga y más sana. También en Francia, hace un par de años, se difundía una campaña sobre el empleo de personas discapacitadas, que recurría a la imagen de una chica con síndrome de Down; el eslogan era “Liberté, egalité, handicap”, y añadía: “La fraternidad es crear en la empresa un vínculo entre nuestras diferencias”

Libertad de prescripción

Por otra parte, los médicos consideran indispensable recuperar la libertad de prescribir las pruebas de diagnóstico, frente a la actual generalización, que implica de hecho proponerlas por sistema a toda embarazada. Tratan de frenar una corriente social que no sólo convierte en derecho el deseo de tener hijos, sino que añade que éstos nazcan sanos. Mientras en la esfera social se habla de integrar diferencias, sin discriminar al distinto, la exclusión prenatal opera en sentido contrario: apartarse de la normalidad genética sería una tara inhumana.

Si esto ocurre en los embarazos ordinarios, el diagnóstico preimplantacional en la fecundación in vitro se presta más aún a prácticas eugenésicas. Dentro de la parquedad informativa con que se llevan estas cuestiones, es sabido que España es el país europeo que más utiliza ese diagnóstico genético previo (2.478 casos anuales, el 37% del total europeo). En España, conforme a la nueva ley del aborto, se puede abortar hasta la semana 22 si existe riesgo de “graves anomalías en el feto”, con un dictamen de dos especialistas. Como el diagnóstico prenatal lleva al aborto por malformaciones, la vida de los discapacitados tendrá cada vez menos valor en la sociedad, según afirmaba con claridad Ana Peláez, que preside desde este año el Comité Internacional de Defensa de los Derechos de las Personas con Discapacidad

Un diagnóstico más temprano

La utilización del diagnóstico prenatal para cribar y no para curar se acentúa a medida que mejoran los procedimientos para detectar enfermedades genéticas, sin que exista interés por investigar terapias para afrontarlas. Recientemente se ha anunciado una técnica experimental que con un análisis de sangre de la madre puede detectar cualquier desorden genético en el feto. El procedimiento se basa en el análisis de fragmentos de ADN del feto presentes en la sangre de la madre.

El test puede realizarse a las ocho semanas de embarazo, mientras que los diagnósticos actuales se realizan a partir de las 15 semanas. El nuevo test eliminaría los riesgos del análisis por amniocentesis, que exige tomar una muestra del líquido amniótico mediante una aguja y que provoca la pérdida del feto en el 1% de los casos.

Dennis Lo, de la Universidad China de Hong Kong, que ha dirigido el equipo que ha desarrollado el test de “Non-invasive prenatal diagnosis” (NIPD), dice que elimina los peligros de la amniocentesis.

De todos modos, por ahora solo se ha realizado una vez, y a un coste astronómico de 125.000 libras. El profesor Lo espera que el coste baje a menos de 1.000 libras dentro de cinco años, plazo necesario para que sea aprobado y esté ampliamente disponible.

Thursday, December 16, 2010

SELECCION ESPERMATOZOIDES

“Los métodos actuales de selección espermática para conseguir un embrión de buena calidad ofrecen una tasa de eficacia de más del 40% y además, tienen un bajo impacto sobre la calidad del ADN”. Así lo explicó el doctor Jaime Gosálvez, catedrático de Genética de la Universidad Autónoma de Madrid, en el marco del IV Simposio Internacional de Reproducción Asistida, que se celebra en Madrid.
Las técnicas de selección de espermatozoides se basan en criterios subjetivos sobre su morfología, estado de maduración, movilidad y calidad de la molécula de ADN. “Son una gran esperanza para parejas que llevan años en tratamiento, ya que al descartar los espermatozoides con defectos de ADN se reducen las posibilidades de utilizar aquellos con defectos genéticos, es decir, se aumenta así la posibilidad de llevar un embarazo a término”, explica.
Actualmente, existen numerosas técnicas de selección espermática en las unidades de reproducción asistida. “Incluyen desde modelos basados en rescatar aquellos espermatozoides que ‘nadan mejor’ en un medio artificial, a otras que se basan en la capacidad diferencial que tienen los espermatozoides de depositarse en estratos diferentes tras una centrifugación realizada también en un medio artificial”, apunta el experto.
Para garantizar que los espermatozoides que se van a elegir son óptimos, “se realizan otras acciones mucho más selectivas tales como reacciones específicas con anticuerpos para eliminar el daño en el ADN, selección por presencia de actividades enzimáticas tales como la hialuronidasa o selección por criterios morfológicos utilizando microscopía de alta o baja resolución o bien de refrigencia”, explica.
Segunda eyaculación, espermatozoides de mejor calidad
En las últimas investigaciones, según explica el experto, han descubierto que “los espermatozoides seleccionados tras la segunda eyaculación son de mejor calidad seminal que en la primera, ya que hemos comprobado que la cantidad de ADN dañado en la segunda recogida puede llegar a ser cuatro veces inferior a la del primer eyaculado”.
El análisis de la calidad de la molécula de ADN sólo se podía realizar con concentraciones muy altas de espermatozoides, pero las nuevas técnicas permiten hacerlo con cantidades menores. “Ello hace que esta metodología esté especialmente indicada en el caso de varones cuya calidad o cantidad seminal es deficiente o en aquellos que por diversas causas tienen problemas de eyaculación”, detalla el experto.
Sin embargo, “cuando comprobamos que no hay más remedio, que todos los espermatozoides están dañados, el paciente debe acudir a bancos de semen. Lógicamente este es el último recurso, pues la mayor parte de las parejas que acuden a un centro de reproducción asistida quieren tener un hijo biológico”, matiza.

ALTERNATIVAS A LA AMNIOCENTESIS

La Unión Europea ha financiado con un millón de euros, a través de su VII Programa Marco, la creación de una red de investigación internacional que tiene como objetivo lograr la identificación de nuevos biomarcadores de anomalías fetales con métodos no invasivos, como por ejemplo, un análisis de sangre.
“En la actualidad existe un gran debate en la propia sociedad, acerca del uso de la amniocentesis y es innegable que una parte de la población muestra reticencias a su empleo para el diagnóstico prenatal”, señala José Luis Castrillo, codirector y cofundador de Genetadi, empresa biotecnológica especializada en diagnóstico genético humano y ubicada en Bizkaia, que forma parte del proyecto, donde participan equipos de Reino Unido y México.
“Los métodos moleculares de cribado genético prenatal no-invasivo únicamente alcanzan un 80% de sensibilidad; a su vez, con el método actual (triple marcador bioquímico fetal) llegamos hasta el 97%, todavía por debajo del 99% de sensibilidad que es considerado como el umbral óptimo. Por ello, es necesario seguir trabajando en la identificación de mejores marcadores sanguíneos no invasivos, que presenten un grado de sensibilidad prenatal mayor que el actual. Todavía estamos lejos de alcanzar los niveles de precisión que se consiguen con una amniocentesis, que es superior al 99,9%”, recuerda el experto.
“Creemos que esta nueva red colaborativa y el intercambio de información que va a llevar aparejado podrá aportar nuevas soluciones para la identificación de marcadores no invasivos de anomalías fetales”, explica.
Los nuevos biomarcadores deberían ser capaces de “identificar la presencia en el feto de anomalías cromosómicas (como los síndromes de Down, Turner o Patau), e idealmente otros desórdenes mendelianos (fibrosis quística, síndromes X-Frágil, etc.) y otras malformaciones poligénicas o multifactoriales, tales como la anencefalia, espina bífida o defectos cardiacos, aunque”, reconoce, “es un objetivo a más largo plazo”.
Respuestas a distintos escenarios
Desde el punto de vista clínico, este proyecto va encaminado a ofrecer respuestas frente a escenarios como, por ejemplo, “¿cómo se gestiona una situación en la que se obtiene un diagnóstico normal a través de las pruebas estándar de cribado prenatal no invasivas y, sin embargo, debido a la menor sensibilidad de estos análisis, nace un niño con síndrome de Down?”.
“El objetivo final del proyecto no es sólo la generación de un test diagnóstico que se pueda comercializar de manera masiva y asequible, sino que también, al ser un proyecto financiado por la Unión Europea, es necesario que exista una transferencia de conocimiento, en el que se colabore mediante un intercambio de protocolos y de formación dentro de la red”, indica Castrillo.
Además de la empresa vasca, en el proyecto participan el Departamento de Proteómica de la Universidad de Cambridge, Reino Unido, el Instituto Nacional de Pediatría de México (INP) y el Instituto Nacional de Perinatología de México (INPER).

Sunday, November 07, 2010

CELULAS MADRE SIN RIESGOS

Hace tres años, el descubrimiento de Yamanaka, que transformó células adultas en células madre como las embrionarias, suscitó grandes esperanzas. Pero el camino al uso médico de las células madre inducidas estaba cerrado por un obstáculo: el modo de obtenerlas las hace peligrosas. Ahora, unos investigadores de Harvard han encontrado un método que elimina el riesgo.

Un equipo del Harvard Stem Cell Institute dirigido por el Prof. Derrick Rossi ha publicado un experimento que puede permitir el uso terapéutico de las células madre pluripotentes inducidas o iPS (Cell Stem Cell, 30-09-2010).

Las células iPS, a diferencia de las células madre adultas, que son multipotentes (pueden diferenciarse en células de algunos tejidos), tienen la misma potencialidad que las embrionarias; pero proceden de células diferenciadas de un organismo adulto. Por eso se puede sacarlas del mismo paciente y usarlas para regenerar un tejido sin riesgo de rechazo por incompatibilidad genética. Para lograr lo mismo con células embrionarias habría que recurrir a la clonación, y esto, más la escasez de “materia prima” –óvulos humanos– y la dificultad para dominar la diferenciación y proliferación de tales células, ha impedido hasta ahora que se usen en medicina.

La reprogramación de células mediante ARN promete dar células madre para regenerar tejidos hechas a la medida del paciente y de la enfermedad

Las células iPS fueron obtenidas por primera vez hace tres años por el Prof. Shinya Yamanaka. Pero las esperanzas terapéuticas creadas por el descubrimiento han seguido congeladas por los riesgos que entrañan estas células a causa del modo en que se producen. Yamanaka halló los cuatro genes que determina la pluripotencialidad, y consiguió reprogramar células adultas y convertirlas en iPS al insertarlos en el genoma de células adultas empleando virus como vectores. Ahí está el problema: es probable que la contaminación con ADN vírico acabe provocando cáncer, y la alteración del genoma de las células receptoras puede cambiar sus propiedades o causar efectos imprevisibles.

De ahí que desde el hallazgo de Yamanaka se busquen métodos de producir células iPS sin esos peligros, que las invalidan para la aplicación en medicina. Se ha tratado de eliminar los restos de ADN vírico, o de reprogramar células metiendo las proteínas de las pluripotentes en vez de los genes para sintetizarlas. Pero ninguno de estos experimentos ha alcanzado un avance decisivo. En cambio, el procedimiento inventado por Derrick y su equipo parece eliminar los riesgos y tiene dos ventajas adicionales.

La terapia es el mensaje

Los investigadores de Harvard tomaron células humanas de la piel y las convirtieron en pluripotentes reprogramándolas con ácido ribonucleico mensajero (ARNm). De estas células madre –que dieron en llamar RiPS– obtuvieron luego células musculares haciéndolas diferenciarse también con ARNm. Por tanto, el método promete dar células para regenerar tejidos hechas a la medida del paciente –llevan su genoma– y de la enfermedad –se pueden obtener del tejido que se necesite–.

El nuevo método para producir células madre inducidas evita los peligros de usar virus y tiene un rendimiento mucho mayor

La clave es el ARNm, compuesto que interviene en la síntesis de proteínas dentro de las células a partir de los genes. Las instrucciones para producir una proteína están en el ADN, y se transcriben a un fragmento de ARNm. En efecto, la secuencia de bases nitrogenadas (las “letras” del genoma) en la cadena de ARNm replica la de la porción transcrita de ADN. El ARNm lleva el mensaje desde el interior del núcleo celular a los ribosomas, en el citoplasma, y allí el ARN de transferencia (ARNt) lo traduce en la secuencia de aminoácidos correspondiente a la de bases. La secuencia de aminoácidos es la proteína.

El método Yamanaka da células madre porque los cuatro genes introducidos mediante virus empiezan a expresarse, con intervención del ARNm, en las proteínas que hacen pluripotente a una célula. El método Rossi surte el mismo efecto saltándose la transcripción de ADN a ARNm, pues empieza por el ARNm que lleva las instrucciones para sintetizar las proteínas de la pluripotencialidad. Ese ARNm, creado en laboratorio, no altera el genoma de la célula receptora, ni introduce porciones de genoma extraño, como el del virus portador que se usa en el otro método. Por tanto, no tiene riesgos, y las células RiPS así obtenidas son más semejantes que las iPS a las células madre embrionarias, según los autores del estudio. Cabe suponer, entonces, que son más fiables y eficaces.

Además, el nuevo procedimiento tiene un rendimiento mucho mayor. Con vectores víricos se conseguía reprogramar entre una de cien mil y una de diez mil células adultas iniciales. Con ARNm la productividad es del 1-4%.

El propio Yamanaka ha dicho que hasta ahora no se tenía un método seguro para obtener células iPS con utilidad terapéutica, y que el de Rossi y sus colaboradores puede ser el adecuado (cfr. The Washington Post, 29-09-2010).

Células a medida

La primera ventaja adicional del procedimiento es que permite dominar la diferenciación de las células madre para que se transformen en células del tipo que haga falta en cada caso. Ahora, la diferenciación se intenta dirigir controlando cuidadosamente el medio de cultivo. Lo mismo, con más seguridad, se podría conseguir con ARNm sintético, como indica la conversión de RiPS en células musculares en el laboratorio de Rossi. Haría falta identificar los factores por los que una célula madre se hace neurona dopaminérgica, o pancreática productora de insulina, etc. (ya se conocen en algunos casos), e introducirlos con ARNm.

La segunda ventaja es un hallazgo que puede facilitar también otras terapias, sin células madre. Rossi y su equipo no fueron los únicos, dice él mismo, que tuvieron la idea de usar ARN para reprogramar células; han sido los primeros en encontrar una manera de que salga bien. La dificultad estaba en que las células no toleran la entrada de ARN extraño, que suele ser señal de infección por virus. Intentan impedir que se multiplique destruyéndolo o, en último caso, provocando su propia muerte. En el laboratorio de Rossi descubrieron cómo modificar el ARNm para que no desencadenara reacción adversa en las células.

Así, los investigadores han conseguido que su ARNm sintético induzca la expresión de determinadas proteínas durante días y aun semanas. Lo mismo podría aprovecharse para tratar a pacientes con deficiencias de proteínas.

Naturalmente, aunque nada se tuerza, todavía faltan años de investigar y experimentar con las RiPS. Pero es la primera vez que se ve un camino claro para llegar a aplicaciones terapéuticas de células madre inducidas.

Monday, October 18, 2010

OBJECION DE CONCIENCIA Y CONSEJO EUROPA

El próximo día 7 de octubre tendrá lugar en el Consejo de Europa un debate clave sobre el derecho la objeción de conciencia de los profesionales sanitarios. Los parlamentarios europeos analizarán y votarán el proyecto de resolución titulado “Acceso de las mujeres a cuidados médicos legales: problema del recurso no regulado a la objeción de conciencia”, presentado por la eurodiputada británica del Partido Social Europeo Christine McCafferty.

Propone limitar de tal modo la objeción de conciencia que termina por convertir el derecho en una excepción

A petición de los miembros del propio Consejo de Europa, el Centro Europeo para la Ley y la Justicia ha elaborado un memorándum en el que advierte seriamente de que, de acuerdo con el derecho europeo e internacional, varias de las recomendaciones de la resolución violan de una manera grave la libertad de conciencia de los médicos.

El proyecto de resolución que se debatirá en los próximos días comienza por poner en tela de juicio el derecho a la objeción de conciencia de los profesionales sanitarios y propone encorsetarlo de tal manera que termina por convertir el derecho en una excepción. Para ello, McCafferty pide a los Estados miembros de Europa:

  • Obligar a los profesionales de salud a dar el tratamiento deseado al que el paciente tiene legalmente derecho (por ejemplo el aborto) en detrimento de su objeción de conciencia.

  • Obligar al profesional de salud a probar que “su objeción está fundada en la conciencia o en creencias religiosas y que su rechazo lo da de buena fe”.

  • Privar a “las instituciones públicas o de Estado, tales como hospitales y clínicas públicas en su conjunto” de la “garantía del derecho a la protección de conciencia”.

  • Crear un “registro de objetores de conciencia”.

  • Crear un “mecanismo de quejas eficaz” contra los objetores de conciencia.

Más allá del aborto

La resolución se centra “especialmente en el ámbito del cuidado de la salud reproductiva” de la mujer, principalmente del aborto, pero también concierne a otras prácticas como la reproducción asistida y la esterilización. El informe menciona además “acortar la vida para aliviar el dolor de los pacientes con enfermedades terminales” (eutanasia activa). Con lo que sugiere limitar el derecho a la objeción de conciencia de los médicos con respecto no solo al aborto, sino también a los tratamientos dirigidos a acabar con la vida de un paciente que desee morir.

En su propuesta, McCafferty propone obligar a los profesionales sanitarios a dar prioridad al derecho de un paciente a recibir el tratamiento legal deseado (incluido el aborto) sobre su derecho a la objeción, algo que paradójicamente la eurodiputada socialista reduce a una mera cuestión de “equilibrio de derechos”. Los médicos –según McCafferty–, deben renunciar a su derecho para que haya un equilibrio “adecuado”.

Según esta resolución, “las convicciones de los médicos, a menudo debidas a sus creencias religiosas, no pueden ir contra la disposición de ofrecer en todo momento los servicios y la información médica que se les solicite”. Y añade como una razón de peso que “entre la gente que está en contra del derecho a la objeción de conciencia de los profesionales sanitarios hay incluso algunos que creen que los médicos y enfermeras que no están preparados para ofrecer una atención legal, eficiente y beneficiosa a un paciente debido a sus convicciones, no deberían ejercer la medicina ni ninguna profesión relacionada”. Cuando se refiere a “legal, eficiente y beneficiosa”, quiere decir practicar un aborto o eutanasia.

Las leyes europeas e internacionales defienden la objeción

McCafferty denuncia la inadecuada regulación del derecho a la objeción de conciencia en algunos países de Europa cuando, según el Centro Europeo para la Ley y la Justicia, la mayoría de los países de la Unión Europea, además de 47 de los 50 Estados de Estados Unidos, incluyen en sus legislaciones la regulación de este derecho. En muchos casos, reforzada por los estándares éticos de los propios colegios profesionales.

Según el CELJ, el derecho a la objeción de conciencia de los profesionales sanitarios está garantizado explícitamente por las leyes europeas e internacionales a través de los artículos 9 y 14, entre otros, de la Convención de los Derechos Humanos, además del artículo 18 de la Convención Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la propia Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, en cuyo artículo 10 se señala claramente “la protección de la libertad de pensamiento, conciencia y religión”.

El propio Consejo de Europa –señala en su memorándum el ECJP– no podría limitar o anular este derecho porque durante más de 43 años lo ha estado promocionando en lo que concernía al servicio militar.

Si el Consejo ha defendido el derecho a la objeción de conciencia de cualquier persona que no quisiera realizar el servicio militar por motivos “de conciencia, religiosos, éticos, etc.”, se traicionaría a sí mismo si ahora declarase que las prácticas médicas para acabar con la vida de un ser humano son tan necesarias y esenciales para la sociedad que deben anteponerse al derecho a la objeción de conciencia de los médicos.

“Ninguna persona razonable puede pensar que en una sociedad inspirada por los valores de la libertad y la democracia occidental, los médicos y las enfermeras que consideren el aborto como un homicidio puedan ser obligados a practicarlo contra su voluntad. Si este espacio es roto dentro de la libertad de conciencia, habremos rebasado una línea muy peligrosa”, afirma Bruno Nascimbere, miembro de la Red de Expertos de la Unión Europea.

Wednesday, September 29, 2010

CELULAS EMBRIONARIAS Y CLONACION HUMANA

ForumLibertas

Después de más de una década de investigaciones prioritarias y un gasto extraordinario se llevará a cabo en EEUU el primer ensayo mundial con células embrionarias humanas. A todos aquellos que defienden esta vía con una constancia digna de mejores empeños, hay que recordarles que las aplicaciones sanitarias a partir de células madre adultas, que empezaron mucho más tarde, cuentan con decenas y decenas de ensayos en humanos y, mucho más decisivo, aplicaciones terapéuticas concretas. En otras palabras, este camino se ha demostrado mucho más fecundo, eficaz, práctico y menos costoso. El otro, además del conflicto ético que representa, está por demostrar que pueda aplicarse sin riesgo a las personas.

El que se hayan obtenido resultados en animales mediante células embrionarias, concretamente en ratas, dice muy poco de la aplicación humana. Concretamente, en el 2005 y en una ciudad española, Valencia, se obtuvieron resultados que parecían interesantes en estos roedores, pero no hubo acuerdo entre el centro Príncipe Felipe de Valencia y los investigadores sobre la aplicabilidad del mismo a los seres humanos.

Dos graves problemas afectan al uso de células embrionarias. Uno es el rechazo. La célula embrionaria pertenece a otro código genérico, y el organismo receptor lo interpreta como un enemigo y busca eliminarlo. Para evitarlo, el enfermo ha de someterse a tratamientos inmunodepresores que no siempre funcionan y que encierran riesgos importantes, dado que lo que hacen en último término es disminuir la capacidad de autodefensa del propio organismo. Este problema se ha intentado obviar con la llamada clonación terapéutica, donde se utiliza como núcleo de la célula embrionaria uno procedente de una célula del paciente, introducido en un ovocito sin núcleo. Es lo que hoy se lleva, y vale la pena retener esta consideración. El segundo problema no tiene una respuesta suficientemente garantizada después de tantos años de experiencia. Las células embrionarias tienen una tremenda capacidad de crecimiento y plasticidad, y esto es lo que permite, teóricamente, su uso terapéutico; pero, está por ver que este potencial pueda ser encauzado sin riesgo. En otras palabras, la célula embrionaria puede transformarse sencillamente en un cáncer. Esta es precisamente la gran ventaja cuando se usan células adultas, el riesgo de reproducción celular incontrolada, es decir, de cánceres, no existe.

P
lanteadas así las cosas es difícil entender por qué gobiernos, medios de comunicación y determinados laboratorios siguen empecinados en primar el uso de embriones en lugar de células adultas, incluso al margen de toda consideración ética, si es que esto es posible. Pensamos que hay dos respuestas que alimentan esta irracionalidad:

Una es ideológica. La investigación con células embrionarias, de la misma manera que el preservativo o el aborto, se ha transformado en un tótem, en una seña de identidad de los que se consideran progresistas y han renunciado por comodidad o desesperación a toda identidad vinculada al cambio económico y social. Esto conlleva mitificar aquellos medios y cerrarse de banda a asumir cualquier crítica, toda limitación de los mismos. Es la transformación de un elemento material en un demiurgo.

La otra, que crea las condiciones objetivas para que la ideología se mantenga viva, es que la investigación con células embrionarias allana el camino hacia la clonación humana. El gran tabú, de momento, pero también el gran negocio futuro. Grandes laboratorios, no sólo en EEUU, saben que la clonación humana puede comportar un negocio de proporciones extraordinarias, y que para llevarlo a cabo no existe tanto un problema moral, porque otras barreras mucho mayores relacionadas precisamente con la vida humana ya han caído como limitaciones de carácter técnico (aborto, aborto eugenésico, eutanasia, uso de embriones humanos como material de laboratorio).

De ahí que el uso para la investigación con células embrionarias mediante la clonación terapéutica sea el camino. La diferencia es simple: bastará con que la nueva célula creada con el núcleo del paciente y el ovocito se deje crecer más allá de los 14 días, que es lo que ahora se hace, para que así pueda continuar reproduciéndose hasta engendrar un nuevo humano. Si la primera parte del recorrido se resuelve con garantías de una vez por todas, y eso es lo que están probando ahora, el paso adelante para producir seres humanos por encargo habrá resultado decisivo.

Friday, September 24, 2010

PALIATIVOS Y EUTANASIA

Varios estudios han examinado la relación entre la religiosidad de los médicos y sus posturas sobre la eutanasia y la cooperación al suicidio. En general, los no creyentes son los más partidarios, y los creyentes que practican, los más contrarios. Lo confirma un nuevo trabajo (1) del Dr. Clive Seale (Queen Mary University of London), que además muestra la diversidad de actitudes entre los médicos según su especialidad.

Tras revisar trabajos anteriores, que cita, sobre posturas y prácticas en relación con la eutanasia, Seale diseñó una encuesta para averiguar la relación de unas y otras con tres características de los médicos: origen étnico, religiosidad y especialidad. Respondieron 3.700 médicos que ejercen en Gran Bretaña.

El interés por la etnia se explica porque en Gran Bretaña es elevada la proporción de médicos de origen extranjero, en especial asiáticos. Pero el estudio muestra que no hay relación significativa entre la raza y las actitudes con respecto a la eutanasia, excepto en un caso: la opinión favorable a legalizarla es más frecuente entre los médicos blancos que entre los demás.

Los resultados confirman, en cambio, que hay relación en el caso de la religiosidad. La encuesta preguntaba si el médico había aplicado alguna vez medidas con intención de acelerar la muerte de un paciente. Los médicos que se declaran más alejados de la religión dicen haberlo hecho en proporción casi doble que los muy religiosos, como se ve en la tabla. Algo semejante ocurre con la sedación paliativa hasta la muerte (que no siempre es una práctica eutanásica). Los neutros o poco religiosos están en medio.

Sin embargo, el factor más influyente es la especialidad médica (cuidados paliativos, geriatría, medicina de familia u otras especialidades hospitalarias). Aquí los extremos son los profesionales de paliativos y los de otras especialidades. Estos últimos han acelerado la muerte de algún paciente en una proporción casi diez veces superior a los primeros. Siguen los geriatras y los médicos de familia. Aunque en cuidados paliativos hay más creyentes que en las otras categorías, la relación es independiente de las creencias religiosas: los médicos de paliativos son los más contrarios a la eutanasia, tengan fe o no.

En cambio, no hay relación estadísticamente significativa entre especialidad y práctica de la sedación paliativa.

La encuesta pedía también la opinión sobre la legalización de la eutanasia. Se repiten las diferencias entre creyentes y no creyentes, por una parte, y entre los médicos de paliativos y los demás, por otra.

Lo más significativo quizá sea el rechazo de los médicos de paliativos a adelantar la muerte de sus pacientes, que son todos terminales. Pese a que presencian más muertes que cualesquiera otros colegas, no les afecta el cansancio que podría llevarles a acelerar el final. En el otro extremo, los médicos de otras especialidades parecen tener una actitud distinta respecto a la atención a enfermos terminales, dice Seale. Puede ser una cierta mentalidad utilitarista reforzada por la presión bajo la que trabajan en muchos hospitales.

Prácticas y opiniones sobre eutanasia
Frecuencia relativa (médicos de paliativos y muy religiosos = 1)

Intención de acelerar la muerte
Sedación paliativa
Opinión favorable a legalizar la eutanasia
Especialidades
Paliativos 1 1 1
Geriatría
6,46 0,60 2,66
Familia
4,70 1,14 3,99
Otras
9,64 1,43 4,45
Religiosidad

Fuertemente religiosos

1 1 1
Poco o neutro
1,25 1,14 3,02
Fuertemente no religiosos
1,83 1,45 5,4

________________________

(1) Clive Seale, “The role of doctors’ religious faith and ethnicity in taking ethically controversial decisions during end-of-life care”, Journal of Medical Ethics en Internet, 25-08-2010 (doi:10.1136/jme.2010.036194).

Tuesday, September 21, 2010

ABORTO COMO DERECHO

El pasado 5 de julio entró en vigor en España una ley extremista que impone, en la escuela y la sanidad, una visión ideológica de la sexualidad bajo la “perspectiva de género”(sic) y que considera como un “derecho reproductivo”, exclusivo de la mujer, que el sistema público se haga cargo de la ejecución de un hijo antes del parto cuando sea juzgado como “indeseable” por su progenitora; bien por no haber sido planificado, o bien por haberse diagnosticado prenatalmente alguna anomalía o discapacidad.

Una parte del Parlamento español, que representa a un sector del pueblo, ha utilizado el poder de Estado para imponer una ideología mediante el dictado de una ley que otorga el poder -disfrazado de derecho-para matar a una categoría de seres humanos. Los grupos parlamentarios que han apoyado este dictado son los partidos nacionalistas y comunistas que representan a una mínima parte del pueblo español y el partido socialista que, antes de obtener la confianza de once millones de españoles para gobernar, ocultó a los ciudadanos sus intenciones.

En la cinta sobre la famosa novela de Pasternak, el Doctor Zhivago, llegando a Siberia huyendo de los comunistas bolcheviques que habían tomado Moscú, es detenido en un control de los comisarios del partido establecido en una estación de tren. Le exigen que se identifique y que diga a dónde va, pero el médico se resiste a identificarse y a revelar su destino. Los comisarios le amenazan diciéndole: “¿acaso no sabe que se nos ha otorgado el derecho de arrestarle y ajusticiarle?” El Doctor, con la mirada fija y la frente alta, contesta lapidariamente: “Ustedes, ahora, tendrán el poder, pero nunca el derecho

Nadie cuestiona el “poder” de este Parlamento, es evidente. Pero su “derecho” para decidir otorgar a la mujer el poder para matar a los hijos antes del parto y obligar a los médicos del sistema público a facilitar o ejecutar a la persona que se gesta mediante la “interrupción” de un embarazo, es mucho más que cuestionable. A menudo en los regímenes totalitarios las clases diregentes y las personas poderosas han utilizado su poder para oprimir a los más débiles.

Así las cosas, ahora, las progenitoras y la administración- a modo de comisariado político- tienen el “poder legal” para exigir que un médico facilite y mate al hijo del que están embarazadas.

El artículo 9.3 del Código de Ética y Deontología médica establece qué: “Si el paciente exigiera del médico un procedimiento que éste, por razones científicas o éticas, juzga inadecuado o inaceptable, el médico, tras informarle debidamente, queda dispensado de actuar”.

Las razones éticas y científicas están en la base de la unánime opinión de que decidir el aborto es un trauma para la mujer. Y no solo a nivel psíquico, sino también a nivel físico, sexual y reproductor. Traumas que unos políticos ideológicamente escorados - y unos pocos médicos deontológicamente corrompidos- contribuyen a favorecer.

Para imponer su doctrina moral a todo el pueblo necesitan obligar a los médicos honestos y fieles a su vocación a cooperar con ellos infringiendo el artículo 4.4 de su código deontológico (El médico nunca perjudicara intencionadamente al paciente ni le atenderá con negligencia) el 27.3( el médico nunca provocará intencionadamente la muerte de ningún paciente ni aunque éste se lo exija) o el 21.4 ( al ser humano embriofetal hay que tratarlo con las mismas directrices éticas que a cualquier otro paciente) entre otros, a la vez que conculcan una serie de derechos fundamentales como el derecho a la vida y a la no discrminación por edad o enfermedad, la libertad de conciencia del médico y su autonomia moral, y la libertad de los padres para educar a los hijos de acuerdo a sus propias convicciones.

No estamos muy lejos de la Rusia genocida del Doctor Zhivago que establecía sus categorías de “indeseables”, pero muchos médicos seguirán resistiendo, como nuestro colega ruso, a las tentaciones totalitarias de las clases poderosas ,que fingiendo su interés por el pueblo lo oprimen. Como entonces, ahora algunos tendrán el poder, pero nunca el derecho.

Esteban Rodríguez Martín

Ginecólogo.

Thursday, August 05, 2010

INICIO VIDA HUMANA



La fecundación en los seres humanos y otros
mamíferos produce un nuevo miembro de la
especie en la fase embrionaria de su desarrollo
natural. Es decir, la entidad producida por la unión
del espermatozoide y el ovocito es un organismo
completo, aunque inmaduro. A diferencia de los
gametos -espermatozoides y óvulos, independientes
el uno del otro-, no
es sólo parte de otro
organismo, ni tampocoes sólo algo que se pueda
utilizar para producir un
organismo completo. En
la fecundación, el óvulo
y el espermatozoide dejan de ser y dan paso a un
organismo (el embrión), cuya constitución genética
y estado epigenético le orientan y disponen al
desarrollo.
Recientemente se ha referido una nueva
objeción a esta lógica, al afirmarse que aunque
el espermatozoide penetre el óvulo, sigue siendo
posible, con la tecnología moderna, extraerlo, por lo
que se tendría de nuevo el espermatozoide y el óvulo
por separado. Así que la fecundación, en sentido
estricto, no daría lugar a que los gametos dejen de
ser. Pero si un embrión ya se ha producido como
consecuencia de esa unión, ¿qué le pasa? ¿se muere?
Este proceso podría ocurrir después de la
fecundación natural de la fecundación in vitro o de
la inyección intracitoplasmática de espermatozoides(ICSI). En la fecundación natural o in vitro muchos
espermatozoides penetran la corona radiada
del óvulo (una capa de células foliculares que
lo rodean). Entonces, por lo general, sólo un
espermatozoide entra en la zona pelúcida (una
película de glicoproteínas que rodea al ovocito). La
membrana del espermatozoide se fusiona con la del
ovocito. Esta fusión provoca cambios en el ovocito
de forma que su membrana sufre una rápida
polarización, y una onda de calcio se produce en el
citoplasma de la nueva célula, de modo que la zona
pelúcida se endurece en unos 30 minutos y repele
otros espermatozoides. Esto indica que lo que existe
en ese momento ya no es un óvulo.
Con la fusión del espermatozoide y el óvulo, la
cola del espermatozoide se pierde, y la membrana
que rodea su cabeza se une a la membrana de la
superficie del ovocito creando una membranaúnica, continua, lo que permite a los factores
citoplasmáticos derivados del óvulo afectar al
contenido nuclear del espermatozoide de forma que
nuevos tipos de histonas comienzan a asociarse con
los cromosomas, modificando el comportamiento y
la interacción de sus moléculas.
Esto muestra que el espermatozoide ha dejado de
ser lo que era.
En este punto, el material genético del óvulo
(pronúcleo femenino) y el del espermatozoide
(pronúcleo masculino) están contenidos dentro de
una nueva célula y comienzan a mezclarse. Es el
momento, después de la fusión de las membranas de
espermatozoide y óvulo, cuando estas células dejan de
ser lo que eran y surge un nuevo organismo. ¿Podría
en este momento recuperarse el espermatozoide
del interior del óvulo? La respuesta es no, ya que
el espermatozoide ya no existe. A lo sumo, elpronúcleo masculino podría ser extraído del cigoto,
es decir, del nuevo organismo. El resultado no sería
un espermatozoide y un óvulo, sino sólo material
nuclear del cigoto, por una parte, y un embrión
discapacitado o muerto, por otra.
Por otro lado, cuando el espermatozoide se
introduce en el óvulo por medio de la ICSI, no está
claro cuándo el óvulo y el espermatozoide se unen y
dejan de ser células independientes. Parece razonable
pensar que si el espermatozoide puede recuperarse y
seguir comportándose como tal, sin ayuda externa,
la fecundación aún no ha ocurrido. Estos puntos no
son incompatibles con la postura de que un nuevo,
aunque inmaduro organismo humano, se genera en
la fecundación.

Patrick Lee, director del Instituto
de Bioética en la Universidad
Franciscana de Steubenville y RobertP George, profesor de Jurisprudencia
en laUniversidad de Princeton.
National Review. Texto modificado de la traducción
revisada por DM y publicada el 30 de junio de 2010.

Wednesday, July 28, 2010

SEDACION TERMINAL

La sedación en la agonía se podrá considerar una buena práctica médica cuando se hayan tenido en cuenta y se cumplan sus criterios éticos
basados en el Código de Ética y Deontología Médica reflejados en su capítulo VII artículo 27.1, así como en la declaración Ética de la Sedación en la Agonía, aprobada por la Asamblea General de Colegios Oficiales de Médicos el 21 de
febrero de 2009, y que fue elaborada por su Comisión Central de Deontología.
Cuando consideramos que el tratamiento adecuado para el enfermo que, en los pocos días u horas que preceden a su muerte, es presa de sufrimientos intolerables que no han respondido a otros tratamientos, es disminuir la conciencia, además de conocer sus aspectos clínicos debemos tener en cuenta
sus requisitos éticos. Los aspectos éticos de la sedación nos ayudarán a considerarla como una buena práctica médica si está bien indicada, bien realizada y autorizada por el enfermo o en su defecto por la familia. Esta práctica médica representa el último recurso aplicable al enfermo para hacer frente a síntomas biológicos, emocionales o existenciales cuando otros recursos terapéuticos hayan demostrado su ineficacia. La sedación en la agonía, en sí misma, es un recurso terapéutico éticamente neutro; lo que puede hacerla aceptable o reprobable es el fin que con ella se desea conseguir y las circunstancias en que se aplica.
Será aceptable éticamente cuando exista una indicación médica correcta y se hayan agotado los demás recursos terapéuticos. No se podrá convertir en un
recurso que, en vez de servir a los mejores intereses del enfermo, sirva para reducir el esfuerzo médico o el propio sufrimiento de la familia y para aliviar su
pena.
La decisión de sedar a un enfermo no puede tomarse a la ligera por el equipo asistencial, sino que ha de ser resultado de una deliberación sopesada y
una reflexión compartida acerca de la necesidad de disminuir el nivel de conciencia del enfermo como estrategia terapéutica.
Si la sedación en la agonía se realiza ante síntomas difíciles de controlar pero que no han demostrado su condición de refractarios, no se podría considerar
indicada desde el punto de vista ético.
Para poder evaluar, desde un contexto ético-profesional, si está bien justificada la indicación de la sedación paliativa, es preciso que consideremos ciertos criterios.
Su aplicación exige del médico la comprobación cierta y consolidada de las siguientes circunstancias:
1. la existencia de una sintomatología intensa y refractaria al tratamiento;
2. que los datos clínicos indiquen una situación de muerte inminente o muy próxima;
3. que el enfermo o, en su defecto, la familia, haya otorgado el adecuado
consentimiento informado de la sedación;
4. y por último, que el enfermo haya tenido oportunidad de satisfacer sus necesidades familiares, sociales y espirituales.

Es un deber deontológico abordar con decisión la sedación paliativa, incluso cuando de ese tratamiento se pudiera derivar, como efecto secundario, una
anticipación de la muerte. Si se ha realizado la sedación se debe continuar con los cuidados del enfermo.
Su sedación no nos descarga de nuestro deber. Incluso si esta sedación durara más de lo previsto, no podríamos suspender los cuidados básicos e higiénicos
exigidos por la dignidad del moribundo.
La sedación en Cuidados Paliativos no es un tratamiento excepcional. Es una práctica médica que para que sea éticamente adecuada requiere un proceso
de decisión complejo. Por ello, para poder garantizar los derechos de los enfermos, de las familias y de los equipos asistenciales debiera estar presente
en la enseñanza de las facultades de Medicina y en los programas de formación continuada, así como en la conciencia de todos los médicos. Cuando el médico seda al enfermo que se encuentra sufriendo en fase terminal y lo hace con criterios clínicos y éticos no está provocando su muerte, está evitando
que sufra mientras se muere. (Jacinto Bátiz. Diario Médico, 29-VI-2010).

OBJECION DE CONCIENCIA

La objeción de conciencia es un derecho fundamental de todos los ciudadanos amparado por el artículo 30.2 de la Constitución Española. Aunque en dicho artículo la ley se refiere concretamente a las obligaciones militares, por extensión se puede aplicar a todas aquellas circunstancias en las que el contenido o los deberes que impone una norma legal se oponga a las normas éticas o convicciones
morales de una persona.
En ese sentido, los sanitarios, como cualquier otro ciudadano de nuestro país, pueden
acogerse a este derecho constitucional. Sin embargo, no siempre esta posibilidad teórica es una realidad de hecho.
La objeción de conciencia en el ámbito sanitario puede ejercerse ante muy diversas prácticas, pero sin duda, las más significativas son el aborto, los fármacos contraceptivos, la contracepción de emergencia, la reproducción asistida y el diagnóstico genético preimplantatorio.
Indudablemente es imposible aquí realizar, ni siquiera sucintamente, un comentario sobre cada uno de estos temas, por lo que me referiré exclusivamente a la razón biológica que puede dar fundamento a la objeción de conciencia en cada uno de
estos casos.

Con respecto al aborto, la fundamentación para objetar es la realidad biológica del feto de 14 semanas, pero además, si se tiene en cuenta que en el texto de la nueva ley se especifica que se podrá abortar libremente hasta la 14 semana de gestación, y que para los propios legisladores la gestación se inicia con la consolidación de la implantación, es decir, a los 14 días de vida de ese individuo humano, en realidad, por tanto, se podría abortar hasta la semana 16 de vida de un individuo humano, lo cual
parece éticamente no aceptable para muchos sanitarios.

Pero ya en un orden jurídico, lo fundamental con relación a la objeción de conciencia,
es que en la nueva ley española se exige a los sanitarios que quieran ejercer dicho derecho a que lo manifiesten por escrito, lo cual va en contra del derecho constitucional a la intimidad que cada uno de ellos tiene. En opinión de Eliseo Collado,
vocal de la Comisión Deontológica de la Organización Médica Colegial, “toda regulación que exige una forma de registro conlleva discriminación” (DM 20-IV-2010). Si la administración, por razones de organización, necesita conocer que personas rechazan colaborar en una práctica médica que va en contra de sus convicciones morales, debería abrir un registro de los que están dispuestos a colaborar en esta acción y no del que no lo están.

En relación con los contraceptivos, la posible objeción de conciencia se basaría en que estos puedan ejercer su acción por un mecanismo de acción antiimplantatorio,
y por tanto abortivo. Los anticonceptivos actualmente disponibles en el mercado, tienen fundamentalmente un mecanismo anticonceptivo, yo diría que al menos en el 90% de las veces, por lo que difícilmente se puede esgrimir un argumento legal para oponerse en conciencia a recetarlos.
Sin embargo, entre los contraceptivos, uno de los más utilizados es el DIU, que como se sabe tiene un mecanismo de acción antiimplantatorio al menos en el 50% de las veces en que se utilice. Por ello, en este caso los sanitarios podrían oponerse en conciencia a implantarlo.
En relación con el DIU, según datos de 2008 (D-4), en ese año, alrededor de 150 millones de mujeres lo utilizaron.
Como anteriormente se ha comentado, si al menos en el 50% de las veces el DIU, impide el embarazo por un mecanismo antiimplantatorio, objetivamente se deduce
que por el uso de este pequeño instrumento, se perdieron ese año, más de 100 millones de vidas humanas, por lo que sin duda es el DIU la principal causa de mortalidad en este momento en el mundo.
En la contracepción de emergencia fundamentalmente se utilizan dos fármacos, el levonorgestrel y el ulipristal acetato. Ambos actúan, tanto por un mecanismo
anticonceptivo como antiimplantatorio, dependiendo ello fundamentalmente del día del ciclo sexual en que la mujer ingiera la píldora.

En el caso de la píldora del día siguiente, su acción será fundamentalmente
antiimplantatoria si la toma en los días -5 a -3 del ciclo sexual, considerando el día 14 como el día 0, pero si la toma entre el día -1 a +2, su mecanismo de acción será
prácticamente siempre antiimplantatorio. En el caso del ulipristal acetato, la píldora de los cinco días después, si se toma entre las 72 y 120 horas después de la relación
sexual, su mecanismo de acción será fundamentalmente antiimplantatorio. Consecuentemente, tanto la píldora del día después, como la de los cinco días después pueden actuar por un mecanismo abortivo, por lo que el médico podrá oponerse a emitir la receta y el farmacéutico a expedir el producto.

En la reproducción asistida, la más objetiva dificultad ética está en relación con el elevado número de embriones que se pierden, pues no hay que olvidar que la
eficiencia de la técnica oscila alrededor del 20%. Por ello, para mejorarla los facultativos responsables del proceso técnico fecundan un número elevado de embriones, para implantar en el primer intento alguno de ellos, probablemente los de mayor calidad, práctica que puede rayar en la eugenesia, por congelar los restantes. Si este intento no fructifica, se van descongelando e implantando embriones, hasta conseguir que se desarrolle un embarazo. Esta pérdida de embriones, inherentemente unida a la fecundación in vitro es, a mi juicio, lo que podría dar pie a la objeción de conciencia de los ginecólogos para no practicarla.

Finalmente, con relación al diagnóstico genético preimplantacional, con independencia que la misma supone una clara manipulación del embrión, pues no hay que olvidar que sustraer a un embrión de 8 células una de ellas tiene para él consecuencias físicas negativas innegables, además, hay que tener también en cuenta que con ella se cosifica al ser humano, lo que es absolutamente contrario a su propia dignidad. Pero adicionalmente, no hay que olvidar que con esta práctica se pierde un elevado
número de embriones, pues de los que se producen solamente se salvan de ser congelados o eliminados uno o dos. Por otra parte, es esta una técnica de trasfondo
claramente eugenésico, por lo que pienso que sin duda los facultativos que deban practicarla podrían en conciencia oponerse a participar en ella.

Como antes se ha comentado, el derecho a la objeción de conciencia en España es una práctica amparada constitucionalmente, sin embargo, en Europa su situación legal no está tan definida. Por ello, la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, en un documento elaborado por la británica Christine McCafferty, ha pedido al Parlamento europeo que se establezca un “marco legal y procedimental completo y claro que
regule la objeción de conciencia de los proveedores de servicios de salud”, a la vez que “un mecanismo eficaz de supervisión y reclamación”.
Sin embargo, en este documento se especifica que “en casos de urgencia o cuando no sea posible enviar a la mujer a servicios de salud”, el médico objetor de conciencia tendría la obligación de “proporcionar el tratamiento solicitado”, es decir de practicar el aborto, aunque esto vaya en contra de su conciencia moral.
Además de lo anteriormente referido, la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa expresa su preocupación por el elevado número de casos de objeción de conciencia que se podrían dar, lo que podría repercutir negativamente en el derecho de los ciudadanos, en este caso de las mujeres, a la salud.
Finalmente, el documento invita a los 47 estados miembros del Consejo de Europa a “desarrollar regulaciones completas y claras de la objeción de conciencia”. El documento que comentamos será debatido en el pleno de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa en el próximo otoño.

Como se ve, es este un problema que preocupa grandemente a los responsables de la sanidad europea, pero con la indefinición ética de defender por un lado el derecho a la objeción de conciencia de los sanitarios, pero por otro obligarles a practicar el aborto en determinadas circunstancias, aunque fueran objetores.

Saturday, July 24, 2010

REALIDAD DEL GENOMA TRAS UNA DECADA

El 26 de junio de 2000, el entonces presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, anunció que se había completado el mapa del genoma humano. Esta hazaña, dijo, “revolucionará el diagnóstico, la prevención y el tratamiento de la mayoría de las enfermedades humanas, si no todas”. Hoy la revolución sigue pendiente. La secuencia del genoma es una mina de conocimientos biológicos. Pero la abundancia de terapias que se esperaba no llega todavía.

El proyecto público para secuenciar el genoma humano (Craig Venter dirigió otro privado, que aplicó un método más rápido pero menos exacto) costó diez años y 3.000 millones de dólares. Su fin principal era hallar la causa genética de las enfermedades y así crear tratamientos eficaces. El punto de mira estaba puesto en males frecuentes y dañinos como el alzheimer, los trastornos cardiacos o los distintos tipos de cáncer. Francis Collins, director del proyecto, predijo cuando se completó el mapa que al cabo de unos diez años –ahora– habría diagnósticos genéticos de muchas enfermedades, para las que se dispondría de tratamientos cinco años después.

La realidad se ha quedado muy corta. Tal vez, se sospecha ahora, los supuestos en que se basaban aquellas promesas eran demasiado simplistas. Por otra parte, el avance farmacéutico está siendo más lento de lo que se creía. El genoma es aún, en buena parte, un manual de instrucciones por descifrar, como cuando se completó (cfr. Aceprensa, 5-07-200).


El mapa del genoma suministra gran cantidad de información, pero interpretarla y sacarle partido no es nada sencillo


La relación estadística no equivale a causa
El mapa del genoma obtenido en 2000 (un borrador completo: la versión final es de 2003) no es el de ninguna persona en particular, sino la media de distintas muestras. Para detectar las raíces genéticas de las enfermedades, como obtener la secuencia de cada paciente habría sido muy costoso, se optó por buscarlas en las variantes genéticas más extendidas en la población. Pues se supone que los genes causantes de las enfermedades frecuentes están en las regiones de los cromosomas donde las variantes son también frecuentes. Para localizarlas, los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos comenzaron en 2002 un proyecto, HapMap, con 138 millones de dólares de presupuesto. Hasta ahora se ha conseguido identificar unas 850 variantes genéticas estadísticamente relacionadas con enfermedades.
Estos hallazgos, sin embargo, apenas han dado frutos en beneficio de la salud humana. Muestra de que no es fácil dar con la base genética de un trastorno es el resultado de una reciente investigación llevada a cabo por un equipo, dirigido por la Dra. Nina Paynter, del Brigham And Women’s Hospital (Boston). Se trataba de determinar los genes con más influencia en la aparición de enfermedades cardiacas, y para ello se disponía de los historiales de 19.000 mujeres seguidas durante 12 años y de una lista de 101 variantes genéticas relacionadas estadísticamente con tales trastornos. Al final, no se halló ninguna variante que sirviera para explicar o predecir los casos aparecidos en la muestra. El viejo método de examinar los antecedentes familiares acertaba mucho más. Parece, por tanto, que los genes solo explican una pequeña parte del riesgo de padecer un trastorno (cfr. comunicado del hospital).


El mapa del genoma no acorta por sí solo el tiempo necesario para desarrollar un medicamento


Los genes no son todo
Ahora bien, si los antecedentes familiares son relevantes, es porque la herencia influye. ¿Por qué es tan difícil localizar los genes a los que se debe tal influencia?
Una hipótesis es que los genes por sí solos no sean tan decisivos en muchas enfermedades no derivadas exclusivamente de una anomalía cromosómica. Quizás haga falta la confluencia de varios genes con otros factores para que el riesgo sea significativo. Al fin y al cabo, los antecedentes familiares incluyen no solo la herencia genética, sino también hábitos, ambiente, alimentación... compartidos por los miembros de la estirpe.
También puede ser que, contra la suposición de partida, muchas enfermedades comunes se deban a variantes raras. En tal caso, encontrar los genes causantes resultará mucho más laborioso. Un indicio desfavorable para la validez de las variantes frecuentes identificadas es que buena parte de ellas están en zonas de los cromosomas donde no hay genes –que se sepa– y cuya función se desconoce.
Con dianas pero sin balas
Además de todo eso, la investigación farmacéutica a partir del genoma no va a la velocidad que se esperaba, pese a las cuantiosas inversiones que la industria ha hecho en ella, como señala Andrew Pollack en The New York Times (15-06-2010). El mapa del genoma suministra gran cantidad de información, pero interpretarla y sacarle partido no es nada sencillo.
En general, los medicamentos actúan sobre determinadas proteínas, llamadas “dianas”, que causan las distintas enfermedades. Como los genes determinan la síntesis de proteínas, identificar el gen del que depende una enfermedad es encontrar la diana a la que disparar con la “bala” apropiada, o sea la molécula que constituirá el principio activo del nuevo medicamento. Si no, las dianas y las balas se descubren a partir de efectos semejantes ya conocidos, probando distintas sustancias hasta dar con una que funcione, o por casualidad.
El genoma sirve a la industria farmacéutica un cúmulo enorme de dianas potenciales; pero, como dijo Stephen Friend, presidente del instituto de investigación Sage Bionetworks, “poner los actores en el escenario no te dice qué hacen”. Se necesita, pues, mucha investigación básica para averiguar cómo actúan las posibles dianas en el organismo.
Pero eso no basta. El gen causante de la fibrosis quística se conoce desde 1989, mucho antes de concluir el mapa del genoma, y todavía no ha salido al mercado un medicamento contra ella (dos están en fase de ensayo clínico). Que el genoma identifique una diana no implica necesariamente que se descubra la bala más rápido. Tampoco acorta el tiempo necesario para hacer los ensayos clínicos.
Habrá que tener paciencia
Por todo ello, el logro de hace diez años apenas se ha notado de momento en la farmacopea. Ahora empiezan a llegar los primeros medicamentos basados en el genoma. Se acaba de aprobar en Estados Unidos uno contra la osteoporosis, llamado Prolia, y están próximos algunos que bloquean el crecimiento de tumores.
El estudio del genoma también puede ayudar en el desarrollo de otros fármacos. A menudo los principios activos tienen efectos secundarios porque bloquean sus respectivas dianas y además otras proteínas semejantes, cosa que se descubre en los ensayos. Conociendo, a partir del genoma, la correspondencia entre los genes y las proteínas cuyos códigos contienen, se podrá anticipar los efectos secundarios.
En suma, el genoma no ha acelerado el desarrollo de medicamentos, que no raramente requiere más de diez años. Sin embargo, facilita el hallazgo de nuevas dianas. Con el avance de la investigación básica, se sabrá sacarles cada vez más provecho terapéutico, y tal vez acabe llegando la revolución anunciada hace diez años. O bien el progreso será tan lento y gradual, que no merecerá el título de revolucionario. Pero en ningún caso hay garantía de que gracias al genoma se encuentren terapias para “la mayoría de las enfermedades humanas, si no todas”. Por ahora, el genoma es el sueño de los biólogos, no de los médicos.

Wednesday, June 23, 2010

PRINCIPIO DE RECIPROCIDAD

Firmado por Álvaro Lucas
Fecha: 26 Mayo 2010

A estas alturas de la crisis, algunas personas e instituciones comienzan a atisbar, no las soluciones a corto plazo que la supervivencia demanda, sino incluso la necesidad de un cambio de modelo que nos permita afrontar con garantías el futuro de nuestra civilización, más allá de aspectos puramente económicos. Este era al menos uno de los principales objetivos del I Simposio “Sociedad, Economía y Valores” que organizó hace unos días la Universidad de Navarra en el campus del IESE en Madrid. En palabras de su Rector, Ángel José Gómez Montoro, el objetivo es “plantear la renovación de los paradigmas actuales del conocimiento, condicionados por la fragmentación de las distintas perspectivas desde las que se intenta acometer”.


Alejandro Llano: “El management será la disciplina a través de la cual cobrarán relevancia de nuevo las humanidades”


Economicismo y burocratización
La mayoría de edad del hombre a la que hacía alusión Kant y el desencantamiento de Webber cuando definían la Modernidad cristaliza según Alejandro Llano, Catedrático de Metafísica y uno de los ponentes del simposio, “en un sistema político y social como el actual, basado en dos pilares: el economicismo y la burocratización”.
Según Llano, “hemos vivido en las escasas posibilidades que nos ha proporcionado el juego de equilibrios entre estos dos pilares, cuya realidad concreta son el mercado y el estado”. A mayor mercado y menor Estado: liberalismo. A mayor Estado y menor mercado: socialismo. “Y entre tanto -afirmó Llano- de la pugna entre el poder, el dinero y la influencia de los medios de comunicación se deriva la corrupción que caracterizó a los años 80 y que se ha extendido hasta el presente”.
Este modelo de funcionamiento ha encontrado en el denominado “Estado del bienestar” su mejor justificación a lo largo de los años pero los fenómenos de envergadura mundial vividos en el último siglo, como la guerra, la pobreza en el mundo, y crisis económicas como la actual, han puesto de relieve que, en palabras de Alejandro Llano, “es un modelo que conduce a un callejón sin salida porque al final los ciudadanos y la sociedad han dejado de interesarle”. Sus deficiencias, por tanto, plantean la urgente necesidad de un cambio de modelo porque este ya ha quedado obsoleto.


Stefano Zamagni: "Junto a los principios del mercado y de la redistribución hay que incorporar las relaciones de reciprocidad"


La emergencia de las personas frente a la tecnoestructura
Existe una tecnoestructura que se eleva por encima de la sociedad y desde la que, de un modo capilar, se intenta colonizar la vida de las personas, ya sea mediante la publicidad, los contenidos de televisión, la excesiva regulación que atenta contra la libertad, etc…
“Se habla de la emergencia de los países cuando debería hablarse de la emergencia de las personas frente a esa colonización del Estado y del mercado”, afirmó el metafísico. Factores como el dinero y el poder no constituyen lo esencial del hombre y no pueden ser por tanto la clave de lo humano. Por el contrario, la familia, que sí lo es, parece haberse convertido en el objetivo a batir para robarle el protagonismo que todavía tiene en el desarrollo de las personas y lograr así la colonización definitiva.
Esa emergencia de las personas debe traducirse para Llano “en no esperar a que nadie nos diga lo que tenemos que hacer para lograr así una rebelión de los mundos vitales”. Una rebelión que se ha confundido en algunos casos con ideales rebajados que sí han conseguido integrarse y condicionar el modelo actual, pero de una manera infructuosa desde el punto de vista del hombre. Se trata del feminismo, el pacifismo, el ecologismo y el nacionalismo. “Prueba de ello –dice Llano- es que ninguna voz pública que se precie en la actualidad puede descuidar estos elementos”.
Para Llano, el humanismo cívico consiste en tratar a las personas no sólo como medio sino también como fin. Esa es la verdadera cultura de lo humano. El humanismo cívico aporta al humanismo básico la libre comparecencia y protagonismo de los ciudadanos en la sociedad y la vida pública multiplicados hoy por el amplio desarrollo de las nuevas tecnologías.
No cabe duda de que el protagonismo de las personas se pone de manifiesto en muchos casos en su desarrollo y realización dentro de las empresas. Para recordarlo, Llano rescató unas palabras de Peter Drucker, uno de los principales gurus del management. “La técnica de dirección y organización de empresas es también un humanismo porque tiene que ver con la gente”. Y Llano afirmó sin ambages que “el management será la disciplina a través de la cual cobrarán relevancia de nuevo las humanidades”.
Paradojas del siglo XXI
“Los problemas económicos del presente no se pueden resolver con el marco conceptual del pasado”. Fueron las palabras con las que inició su exposición otro de los ponentes, Stefano Zamagni, Catedrático de Economía Política de la Universidad de Bolonia.
Zamagni explicó esta idea basándose en tres paradojas fundamentales del siglo XXI; la paradoja de la felicidad, la paradoja de la desigualdad y la paradoja del modelo taylorista. La paradoja de la felicidad la planteó en 1974 Sterling, quien afirmaba que después de un determinado nivel de renta, la felicidad no sólo no aumenta sino que disminuye. En segundo lugar, la paradoja de la desigualdad tiene que ver con la cuestión de que cada vez hay más riqueza, y sin embargo las desigualdades van en aumento. Por último, la paradoja del sistema taylorista ha mostrado que ya no es posible este sistema de organización basado en un modelo piramidal donde la base de la organización no aporta más que fuerza productiva.
En el momento actual, para ser competitivo es necesario que todos los miembros de una empresa tengan un peso en la misma, y “el empresario que no adopte este sistema está condenado al fracaso”. “Difícilmente los esclavos –apuntó Zamagni- aportan nada a la organización”. “Si queremos aprovechar al máximo el conocimiento tácito de nuestros empleados, tenemos que saber establecer relaciones recíprocas con ellos, porque puedo obligar a una persona a llegar a las 8 de la mañana al trabajo, o a estar 8 horas en la oficina, pero no puedo obligarlo a que proporcione sus mejores ideas, su capital intelectual a la organización”. “La única forma de aprovechar el conocimiento tácito de las personas –afirmó el ponente- es a través de la reciprocidad”.
Desde estas tres paradojas, la cuestión es “cambiar los esquemas mentales de la gente hacia un nuevo modelo, y eso lleva trabajo y tiempo, pero acabará imponiéndose por necesidad”. Zamagni esquematizó este nuevo modelo en tres principios básicos. Los dos primeros principios son el del intercambio de equivalentes y la redistribución. En el principio del intercambio de equivalentes se basan las relaciones de mercado y es “un principio fundamental, porque sin él no es posible la eficiencia, y la eficiencia es un fin necesario en las sociedades capitalistas en las que vivimos”. Y el segundo, el de la redistribución de la riqueza, es el principio del que se ocupa el Estado, y también es fundamental para tener sociedades justas.
El principio de reciprocidad
Toda la Economía Política se ha basado en estos dos principios, pero “no son suficientes en la era de la información y el conocimiento”. Para Zamagni, “es necesario combinar estos dos principios con un tercero, que es el principio de la reciprocidad, en el que se basa la Economía Civil”. Los primeros dos principios están basados en una relación de deber y derecho, de derechos de propiedad y deberes de cumplimiento de lo negociado. La reciprocidad, sin embargo, se basa en una relación de don, de gratuidad entre las personas. A ayuda a B con la expectativa de que cuando necesite algo, B le devolverá la ayuda. Si B no es recíproco, se trunca la relación. Las relaciones de reciprocidad no se basan en la ley, no se puede obligar a ellas, “pero es la única manera de obtener el conocimiento de las personas, lo mejor de cada uno”.
En definitiva, concluyó Zamagni, el olvido de este tercer principio da respuesta a las paradojas planteadas, ¿Por qué no somos felices con tantos recursos? Porque la felicidad está ligada a la reciprocidad, y “algunos economistas, no inteligentes –apostilló Zamagni-, han confundido utilidad con felicidad, y la felicidad depende de la relación con los otros, no de la acumulación de cosas”. Del mismo modo, el problema de las empresas hoy no es un problema técnico, sino un problema relacional. No se transmite el conocimiento tácito de la gente por falta de reciprocidad en el grupo.
En ocasiones se traslada la mentalidad de intercambio de equivalentes propia del actual espacio laboral al espacio personal lo cual da lugar a fracasos en las relaciones familiares. Por eso, para Zamagni, la llave del cambio son en los empresarios: ellos pueden poner en práctica este modelo y demostrar que funciona, que es posible, que es el adecuado, y servir de ejemplo para los demás. El desafío que se nos plantea consiste en diseñar un modelo de organización en que quepan tanto empresa como persona.
“Islas de vida intelectual genuina”
A Llano y Zamagni se sumó Víctor Pérez Díaz, Catedrático de Sociología Política de la Universidad Complutense, que centró su intervención en la recuperación de la universidad por parte de la sociedad civil. Es lo que persiguen sin saberlo esas “islas de vida intelectual genuina”. Así llamó Pérez Díaz a esos espacios o grupos de trabajo que quizá no encuentran respaldo en su entorno más cercano, pero están empeñados en la búsqueda de la verdad. “Aunque sean tiempos difíciles, si las cosas están bien hechas tienen su irradiación”.